viernes, 20 de julio de 2012


Como reacciona el personal de salud ante la muerte??

La muerte es consustancial a la vida desde el mismo momento que nacemos, dado que es seguro que en algún momento de la vida tenemos que morir. De la misma forma podemos asegurar que normalmente no forma parte de nuestros pensamientos habituales y que, por lo general tenemos miedo a la muerte, a lo desconocido y a la incertidumbre del más allá. Sin lugar a dudas, la muerte es importante para todo el mundo, pero en especial para las profesiones sanitarias, dado que la muerte suele estar presente en muchas ocasiones, sobre todo entre los que trabajan en unidades especiales o cuidados paliativos. “Los profesionales sanitarios son más susceptibles de presentar elevados niveles de ansiedad ante la muerte y esto podría afectar negativamente a la calidad de los cuidados que se proporcionan a los pacientes”.
En la actualidad, son los profesionales del área de la salud, sobre todo enfermeros y médicos, quienes están en contacto con el paciente y su familia al principio y al final de la vida, puesto que la mayoría de los nacimientos y muertes se producen en las instituciones sanitarias. Todo esto hace que se generen relaciones estrechas entre el personal de salud, los pacientes y sus familiares. Los familiares esperan encontrar en el equipo de salud el apoyo y comprensión suficientes para hacer frente a la muerte de un familiar y todo lo que ello conlleva. Los profesionales de la salud, tienen una gran responsabilidad en la relación de ayuda frente a los pacientes y sus familiares en un momento tan delicado.
Todo esto nos lleva a preguntarnos si estos futuros profesionales reciben la capacitación en su aprendizaje académico para hacer frente a estas situaciones de duelo. ¿Cuándo, dónde y cómo se prepara a los profesionales de la salud para ayudar a pacientes y familiares en estos momentos? ¿Qué recursos aprenden que les ayude a ellos a superar sus propios duelos?
Sin lugar a dudas las Practicas de Enfermería son una de las actividades más esperadas por todos los alumnos que han elegido esta titulación. Es el momento de enfrentarse a la realidad clínica, al reto de tomar contacto con el paciente real y sus familiares, a unirse al ambiente que se percibe por todos los sentidos (ver, oler, tocar…). En definitiva, llega el momento del contacto directo con las desgracias humanas y todas las emociones que ello genera. Para los estudiantes de enfermería, las prácticas, son la prueba de fuego para comprobar la capacidad de llegar a ser un buen profesional. Durante el periodo no teórico del primer curso, todo resulta demasiado novedoso, hay miedo a cometer errores y existe la necesidad de demostrar que no te has equivocado al elegir esta profesión.
A todos estos temores hay que sumarle el enfrentamiento a la muerte. Hacer frente al dolor y la muerte es una de las situaciones más complicadas y que generan gran ansiedad en los estudiantes en prácticas de primer año.


Ante una persona moribunda o con una enfermedad terminal, nadie se siente cómodo. Tal vez sea debido a que ello nos hace pensar en nuestro propio final y procuramos alejarnos de estas vivencias. Sin embargo, el contacto con el dolor, la agonía y la muerte entra dentro de la profesión enfermera, es una realidad ineludible. Es el personal de enfermería quien tiene un contacto más estrecho con el paciente y sus familiares hasta el último momento. En la práctica del cuidado según el modelo biomédico la muerte se considera un enemigo y cuando sucede es inevitable pensar que se ha fallado y que aparezcan reacciones emocionales de frustración, miedo, ansiedad y depresión, en los profesionales enfermeros.
En Taiwán en el año 2006, se llevó a cabo un estudio sobre lo que esperan los pacientes de los profesionales de la salud y en especial de las enfermeras cuando se encuentran en sus últimos días. Según este estudio, los pacientes identifican seis tipos de ayuda que esperan recibir, antes de su muerte:


  • Cuidados físicos de calidad.
  • Respeto por su dignidad y la de sus familiares.
  • Apoyo y comprensión.
  • Apoyo religioso cuando sea necesario
  • Facilitar la comunicación entre el paciente y sus familiares.
  • Ayuda para morir en paz, cumpliendo metas y deseos.


Las situaciones de pérdida y duelo hacen al ser humano vulnerable y le llevan a responder ante esta situación de muy diferentes maneras, los profesionales de la salud tienen que proporcionar un acompañamiento continuo, comprensión y empatía en estas situaciones. Tienen que encargarse de informar a lo largo del proceso para evitar tensiones y ansiedad. Por ello es necesario que se sientan preparados para afrontar los sentimientos y para aportar calidez humana.
Médicos y enfermeras que trabajan con pacientes terminales, saben que la principal necesidad que han de satisfacer a estos pacientes y sus familiares es la “comunicación”. Con una buena comunicación se evita la soledad y el aislamiento interior que lleva a la angustia y al deterioro psíquico del paciente y su entorno.


fuente http://www.cenetec.salud.gob.mx

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